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MEDIDAS YA!

 

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Desde AMPE estamos constatando, a través de nuestros socios y asociados, la grave situación en la que los músicos profesionales que no tienen otros medios de ingreso se encuentran.

Dificultades enormes que vienen de una situación generada a lo largo de las últimas décadas de completo abandono del trabajador de la música por parte de las administraciones, un gran desprecio hacia su trabajo por parte de las empresas y, también, nuestras propias actuaciones que lo permiten y el grave desconocimiento sobre nuestra condición de trabajadores.

Son décadas sin que se vea reconocido nuestro trabajo, años de tener que darnos de alta como autónomos porque quien nos contrata solo quiere una factura y no darnos de alta como al resto de los trabajadores del espectáculo. Años de cobrar en B, de buscar empresas que facturen por nosotros, pagándoles un porcentaje. Años de cobrar sueldos indignos por una actuación y viendo como el resto de los que viven de nuestro trabajo se lucran a costa de nosotros.

El “mundo de la cultura” se está movilizando para que sus actividades se mantengan. Están reclamando que se mantengan los presupuestos, que les paguen las facturas pendientes, que se habiliten ayudas para las empresas, para los autónomos que se dedican a la cultura, a gestionar presupuestos, a proveer de espectáculos a los Ayuntamientos, etc… . Y nada sobre los que somos el pilar de sus negocios. Los que, debido a sus formas de contratarnos nos han llevado a esta situación en la que no podemos acceder a los subsidios y ayudas que, si hubiéramos estado dados de alta en todas nuestras actuaciones, podríamos tener como cualquier otra trabajador.

No se puede seguir manteniendo esa situación. No se puede construir la bonanza de la cultura sobre la miseria de sus intérpretes. Es el momento de que nosotros, los músicos, reflexionemos sobre la situación que tenemos y sobre las causas que nos han llevado a la actualidad.  Que decidamos si queremos seguir siendo unos parias sociales alejados de la sociedad o unos trabajadores de la música que sean tratados como tales y a quienes se les reconozcan sus derechos. Que tengamos un sueldo digno y los mismos derechos que los demás trabajadores. Que, para poder trabajar no nos veamos obligados a darnos de alta como autónomos (solo un  mes, para poder facturar, porque no tenemos capacidad para estar dados de alta todo el año. Que no trabajemos por sueldos miserables cuando conocemos todo el dinero que generamos y que no nos llega a los que lo producimos. Que no tengamos que alquilar salas ni cobrar en función de las copas o las entradas. Nosotros no somos la empresa y no tenemos que asumir sus riesgos. Si quieren contratarnos, que lo hagan, pero dignamente. Si no saben llevar su negocio, que lo cierren y dejen a otros que lo lleven.

Creemos que es el momento de que cambiemos para que no volvamos a encontrarnos en la misma situación de miseria que ahora tenemos. Es nuestra responsabilidad. Si no exigimos ahora nuestros derechos, no protestemos luego.

                                   

MEDIDAS QUE DEBEMOS TOMAR NOSOTROS, LOS MÚSICOS, PERSONALMENTE:

 

Exigir nuestro alta en la seguridad social en todas las actuaciones. Tanto el día del espectáculo como los días de ensayo si existen. En el régimen de artistas, no como trabajador a tiempo parcial.

Exigir un sueldo digno por actuación. Las actuaciones gratuitas, o promocionales, o a cambio de un  porcentaje de entradas o de venta de bebidas solo van en perjuicio de todos los músicos. Nosotros no somos el organizador del espectáculo. Somos músicos que realizamos un trabajo que nos tienen que remunerar por ello.

Informarnos e informar. Debemos conocer nuestros derechos y tomar conciencia de que somos un colectivo de trabajadores igual que los demás. Acudir a las asociaciones, a los sindicatos y a la propia seguridad social para informarnos de nuestros derechos para poder exigirlos. E informar a los demás músicos para que todos nos beneficiemos.

Denunciar. Sin miedo. Cada vez que te exijan una factura para poder contratarte. Cada vez que te nieguen el trabajo por no darte de alta. Nosotros no somos la empresa que organiza el espectáculo, somos los trabajadores que lo llevamos a cabo.

 

MEDIDAS QUE DEBEMOS EXIGIR COMO COLECTIVO ANTE LAS ADMINISTRACIONES  Y LOS ORGANIZADORES DE LOS ESPECTÁCULOS PARA CUANDO SE REANUDE LA ACTIVIDAD

 

1. QUE EN TODOS LOS ESPECTÁCULOS LOS ARTISTAS E INTERPRETES SEAN DADOS DE ALTA EN LA SEGURIDAD SOCIAL EN EL RÉGIMEN DE ARTISTAS.  SOBRE TODO EN LOS QUE INTERVENGA DINERO PUBLICO

 

Es una exigencia de la Ley. El músico no es contratado laboral o autónomo porque quiera, sino en función del trabajo que desarrolla. Si él no organiza el espectáculo, ni se lleva el beneficio, no es el empresario. Es un trabajador.

Y en las contrataciones públicas tiene que exigirse en los contratos que se aporten la relación completa de los intérpretes y ejecutantes contratados y las altas de todos ellos como trabajadores. NO BASTA CON EL CERTIFICADO DE ESTAR AL CORRIENTE DE PAGO EN LA SEGURIDAD SOCIAL.

La administración debe exigir en los pliegos de contratación la relación de intérpretes de cada espectáculo. Y debe exigir para dar por cumplidos los contratos,  los boletines de cotización de todos ellos por ese espectáculo. Y que, si eso no se cumple, se declare el incumplimiento del contrato y queden sin efecto las subvenciones que se otorguen al espectáculo, porque no se puede incumplir la ley con dinero público.

Porque si no, los mismos empresarios que incumplen dar de alta a los artistas siguen presentándose año tras año porque están al corriente de sus cuotas.

 

2. QUE SE ESTABLEZCAN UNOS SALARIOS MÍNIMOS ACTUALIZADOS Y DIGNOS

 

Es necesario que los sindicatos representativos (no estos de nueva creación que quieren convertirnos en autónomos a todos), las administraciones (como principal empresario), la hostelería, los empresarios del ocio y las agencias de representación determinen un salario digno para los músicos que llevan a cabo las actuaciones.

Salarios dignos en función del tipo de espectáculo, los pases y su duración,  y el aforo de los establecimientos.

Salarios en función del número de actuaciones contratadas y de la duración de la gira, el espectáculo o la temporada.  Se debe acabar con los contratos por meses, dando de alta solo las actuaciones pero abonando el salario mínimo mensual en porcentajes de jornada.

 

3. QUE SE ACTUALICE LA NORMATIVA LABORAL

 

No podemos seguir rigiéndonos por un Real Decreto del año 1985 que provoca confusión al no diferenciar de forma clara al artista empresario del artista trabajador. Son dos figuras que pueden convivir pero sin confusiones que se aprovechan para hacernos a todos empresarios sin serlo.

Debe de actualizarse también la normativa de la seguridad social para permitir diferentes bases de cotización en función del espectáculo que se realice, el aforo y el salario. Como ocurre a nuestro alrededor.

 

4. QUE SE REGULEN LAS ACTUACIONES ONLINE COMO OTRO TRABAJO POR CUENTA AJENA

 

El trabajo online puede ser como en otros sectores una vía  para mantener la actividad y para generar ingresos. Pero no puede convertirse en una oferta gratuita ni puede servir para perder derechos laborales.

El teletrabajo en otros ámbitos es remunerado y con alta. No debemos permitir una gestión de nuestro trabajo por terceros, que se lucran de ello, sin que el trabajo sea remunerado.

Si las actuaciones se realizan a través de un organizador ajeno, deben de ser actuaciones con los mismos derechos laborales que si se realizaran en directo, más aquellos derivados de los derechos de imagen que se generan en una grabación  audiovisual.

 

5. DEBEMOS EXIGIR A LA ADMINISTRACIÓN ACCIONES PARA RESOLVER EL PROBLEMA QUE ELLOS TAMBIÉN HAN CREADO

 

Se hace necesario que la TGSS informe de los derechos laborales de los músicos, de cuándo se es contratado por cuenta ajena y cuándo no.

Se ha de FORMAR AL PERSONAL DE LA ADMINISTRACIÓN. Que conozca el sistema de cotización de artistas, que sea capaz de gestionar las altas, las regularizaciones anuales y las prestaciones sociales de los artistas. Que informe y corrija a las empresas cuando las cotizaciones no se realicen correctamente. No puede ser, como ocurre ahora, que solo haya funcionario que tenga esos conocimientos en toda una comunidad autónoma.

Y este conocimiento debe trasladarse también a los gestores culturales, a las oficinas de emprendimiento cultural y a las oficinas de contratación de los entes locales.

Y que la Inspección de Trabajo publique los Criterios que se adoptaron sobre la actividad musical. Existen, pero no están publicados. Y que se apliquen.

 

6. QUE EN LA EDUCACIÓN NO REGLADA DE MÚSICA SE CUMPLA CON LA LEY LABORAL Y LOS CONVENIOS

 

Los porcentajes de jornada por la que son contratados los músicos han de ajustarse a la jornada del convenio. Se tiene que terminar con la contratación por obra y servicio durante años. Se han de cotizar y abonar las vacaciones y los descansos semanales. Se tiene que establecer y retribuir las horas que el profesorado dedica a la enseñanza no presencial, a la preparación de clases y a la evaluación del alumnado. Eso forma parte del trabajo docente.

 

7. QUE SE ACABE CON EL ALQUILER DE SALAS EN LA CONTRATACIÓN

 

Los músicos no somos los empresarios de hostelería. Las Salas deben de asumir su condición de empresario.

Si la programación musical no es rentable, es su función hacerla rentable. La de promocionarse, buscar su público, buscar otros ingresos para hacer rentable su empresa. No pueden rentabilizar sus negocios dejando sin ingresos a los músicos que tocan en sus salas. No pueden decir que son empresa cultural, cobrar subvenciones por ser actores culturales, si de dedican a alquilar las salas para que los músicos sean sus propios empresarios. Si actúan así, ni defienden la cultura ni son actores culturales. Son hosteleros inmobiliarios y deben de ser tratados como tales.

 

8. QUE LA EDUCACIÓN MUSICAL SEA UNA ASIGNATURA OBLIGATORIA Y TRONCAL

 

La música tiene enormes beneficios para el desarrollo de la mente y de la inteligencia en numerosos aspectos. Por eso los sistemas educativos que potencian la educación musical son los que tienen mejores resultados en todas las evaluaciones. Se ha de llegar a un acuerdo de Estado para que la educación musical sea un pilar esencial en la educación de las personas.

Se han de modernizar los planes de estudio, se ha de integrar la música moderna y los instrumentos musicales modernos en unas fases más tempranas y no como máster. Se ha de desarrollar la Formación Profesional de la música. Y se tiene que integrar todas las educaciones musicales en un solo proyecto educativo.

Se ha de establecer un sistema de cualificación profesional y su integración en el Europass.

Y en la EDUCACIÓN MUSICAL PROFESIONAL Y SUPERIOR ha de existir una ASIGNATURA DEDICADA A LA  FORMACIÓN PROFESIONAL Y LABORAL DEL MÚSICO. Se ha de formar a los músicos profesional y laboralmente para que esta situación se acabe.

Se ha de enseñar al que estudia música qué puede hacer cuando acabe, qué salidas profesionales tiene, cómo gestionar sus trabajos en internet, cómo gestionar sus derechos de autor, de intérprete, de ejecutante y de imagen. Tiene que conocer qué trabajos puede realizar como profesional. Cuándo se es autónomo y cuando contratado por cuenta ajena y cuáles son sus condiciones laborales en este caso.

Si no, otra generación de músicos carecerá de los conocimientos necesarios para desarrollar su profesión, para defender sus derechos y volveremos al punto de partida.

 

9. ADAPTACIÓN DE LAS NORMAS ESTATALES,  DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS Y LOCALES SOBRE EL RUIDO

 

La música no es ruido. Así lo dice el diccionario y la lógica humana. La música no puede perseguirse por la ley del ruido. Han de dictarse normas de convivencia para que la actividad  musical, que es cultura, que atrae turismo y que es un sonido armonioso y agradable, conviva con el descanso de los vecinos y también con su disfrute.

 

10. EXIGENCIA DE CONVOCATORIAS PUBLICAS PARA LA CONTRATACIÓN DE ESPECTÁCULOS POR LAS ADMINISTRACIONES

 

Debe exigirse que un alto porcentaje de las contrataciones públicas se realicen de forma que se permita que los propios artistas opten a las adjudicaciones de forma directa.

Debe permitirse en un porcentaje alto, que la agrupación musical, el grupo, la orquesta, los solistas puedan acceder a un concurso público bajo los criterios legales de mérito, igualdad y capacidad. Con las mismas exigencias de alta en la seguridad social de todos los intervinientes en el régimen de artistas.

Es más fácil para las administraciones acudir a un representante o una agencia de contratación, pero eso solo consigue que se escuche siempre a los mismos artistas y que las semanas del jazz parezcan copiadas una de las otras. Debe favorecerse la participación, la promoción de la cultura de cada comunidad, que surjan nuevos artistas y se pongan en valor los existentes.

No debe favorecerse la comodidad de la administración de que su trabajo se lo realice otro, ni de tirar de listas de artistas que alguien puso en algún momento sin conocer los criterios de su inclusión o exclusión.

 

Equipo jurídico de Ampe

Madrid 12 de Mayo del 2020

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